Hayashi creó hace más de diez años su versión japonesa de Devo y esa parodia creció tanto que hoy todo el mundo toma a Polysics en serio y no como una pandilla de freaks retro. Inconfundible su apariencia -lentes y overoles de propia marca- y sonidos que funden la imaginería nipona -el mundo informático de última generación con el manga, el extremismo kamikaze y lo bizarro, los ojos en occidente- a partir de sintetizadores, vocoders, guitarras y voces de locura.
Si hay algo que sorprende en ellos es el directo, no solo por la técnica cero error -perfeccionistas al máximo- sino por la conjunción de un show energético y divertido que seguramente hará mover el esqueleto hasta del más escéptico espectador.
Ahora es el tiempo...de conocerlos.
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