Oriundos de Los Ángeles, este trío nos dejó uno de los mejores debut de esta década grabando para el sello de T-Bone Burnett y los Hermanos Coen: DMZ. Aunque intermitentes en los escenarios y más aún en el estudio de grabación, maquinaron su futuro perfecto lleno de canciones cansinas y envenenadas de distorsión, con la voz ambigua de Eugene Goreshter conteniendo el clima que Greg Edwards impone en las seis cuerdas más la percusión nerviosa de Carla Azar.
Un disco que suena tan actual como inquietante y que nos obliga a no ignorarlo, mientras esperamos el tan ansiado Transit Transit para estos primeros meses del 2010 y que ya podemos conocer un adelanto -Audience No. 2- en su sitio de MySpace.
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